domingo, 18 de octubre de 2015

IsabeL. LA VERDAD


Cada persona tiene su verdad.
Unos la saben… otros no,
Otros, la tienen confundida,
A otros ni siquiera les importa,
Algunos andan toda la vida tras ella,
Y a otros, les persigue pegada a su sombra.
Unos se la preguntan sin obtener respuesta,
Otros obtienen esa respuesta sin haber hecho ninguna pregunta
Lo que les obliga a intentar encajarla a su pesar
Y eligen entonces, sin apenas pensarlo, la alegría o la tristeza.
Unos se asustan y corren.
Otros se asustan y paran.
Y otros se encogen de hombros.

Algunos sonríen intentando mirarla a los ojos.

Yo he sido cada uno de ellos en algún momento de mi vida.
Pero hubo un día, en que la mía se plantó ante mí, contundente, delicada, tosca, sublime, sutil, afilada y suave. Mis pies se clavaron en esa pequeña baldosa que ella colocó para mí. No sentí ningún deseo, no sentí nada. Clave mis ojos en ella, sonreí y tan solo dije SI. Tan solo dije SI… tan solo dije SI.
Esa verdad, no viene de fuera, nada, nadie me la pudo enseñar. Esa verdad sale de mí y tarde o temprano vuelve como un bumerán.

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