ISABEL
Había una vez una niña que no era capaz de atarse los cordones de los zapatos. No era capaz de escribir una frase completa. Tampoco era capaz de dibujar un caballo que pareciese minimamente un caballo. Pero sin embargo era capaz de volar. Podía volar su cometa horas y horas , muy alto, tan alto que desde abajo solo era un cordón que parecía elevarse a ninguna parte. Lo envolvía en su muñeca suavemente y corría con ella montaña abajo. Había una vez una niña capaz de volar sujeta a un cordón muy largo. Capaz de recordar los nombres de todas las personas que conocía. Capaz de saber lo que guardaban en el corazón tan solo al escuchar sus nombres. Ella creció. Y no aprendió a atarse los cordones de los zapatos, ni a escribir grandes frases, ni a dibujar nada que se pareciera a la realidad . Pero lo verdaderamente extraordinario de esta historia, es que a sus padres eso nunca les importó, y la dejaron crecer volando montaña abajo.
Cuando la miro a ojos y le susurro mi nombre ella sonríe y me da un dibujo. Y no siempre se que es.
Sobre las cosas que nos pasan, esas que nos son comunes a todos. No importa la importancia que tengan, sino el lugar que les damos en nuestra vida. Vamos a mirarlas de frente a ver que pasa, a ver que nos pasa...
sábado, 24 de agosto de 2013
domingo, 11 de agosto de 2013
EL CAMINO MÁS LARGO.
ELISA
Creo que el hombre evolucionado será un hombre absolutamente sencillo. Pero tenemos
que recorrer el camino hacia la sofisticación, hacia lo complicado, hacia lo
oculto, hacia la manipulación, tenemos que dejar que la mente se expanda, se
recree, y crezca, y lo domine todo para llegar a la humilde conclusión de que
todo es absoluta sencillez.
¿Por qué no hacer una pregunta directa para recibir una
respuesta directa?
Por miedo.
Nos asusta recibir esa respuesta escueta y sencilla que nos abriría
mil puertas y nos llevaría a la paz, aunque no fuera la respuesta deseada. Nos
asusta que no se ajuste a lo esperado, y por ello preferimos elegir el camino
mas largo, y caminarlo entre luces y sombras. Quizá será más emocionante este
camino largo. En él se vive incertidumbre, misterio, duda, emoción, espera… tal
vez sea más vibrante que el camino corto, ese que se resuelve con la respuesta
sincera a una pregunta directa.
He dudado mucho tiempo
sobre que camino es mejor, quizá no mejor, sino más satisfactorio. Supongo que
para cada uno de nosotros habrá uno distinto. Yo viví un tiempo usando el
camino corto. Y tengo que reconocer que era un tiempo de valor, donde el miedo
no tenía mucho espacio. Ante las dudas formulaba las preguntas concretas y recibía
las respuestas directas. Unas veces eran respuestas alentadoras y otras no, y
cuando no lo eran esas respuestas negativas me hacían avanzar mas rápido y sentir
respeto. Luego vino un tiempo de indecisión y de miedo, y deje de hacer preguntas directas. Empecé
a formularlas dentro de mi cabeza y
responderlas también dentro de mi cabeza dejando fuera a la persona implicada,
y dejando que mi mente elucubrara discursos, discursos que rara vez coincidían
con la verdad. Y sé que era un tiempo de miedo, por que era el miedo el que me llevaba
a no formularlas y me robaba tiempo y luz. Un tiempo de pensamientos enredados,
de conclusiones equivocadas y de poner palabras ajenas en las voces de otros. Ahora
creo que el miedo va pasando y aunque sigo enredándome en pensamientos con
voces ajenas, cada día un poco más la pregunta directa se coloca delante y soy
capaz de articularla.
¿Porque no somos capaces de usas sencillamente la verdad? Hasta
en la duda, en el miedo, en la incertidumbre, ¿porque no somos capaces? Mostrando
esto, esta debilidad, seriamos mas libres, porque no daríamos la opción de que
otros nos pensasen y si lo hicieran tan solo se engañarían a ellos mismos.
Elisa ha llegado a casa. Traía una tableta de chocolate
negro porque sabe que me encanta. Se ha sentado frente a la venta y apenas sin
mirarme ha soltado todo esto. Hablaba y yo solo he escuchado. Cuando el
silencio ha sido lo suficientemente largo como para indicarme que había
terminado. He formulado mi pregunta:
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