Ocurre de repente, una visión fulminante que se clava en la
retina, como un flas. La realidad
aparece ante ti, absurda, sin sentido, acciones cotidianas hechas por que si,
para ocupar horas, para consumir tiempo, para justificar una vida.
Esta mañana he llevado a mi hija al colegio. La he
acompañado hasta la puerta, le he dado un beso y he visto como se alejaba.
Entonces al girarme para marcharme todo ha cobrado una irrealidad alarmante.
Los coches por la carretera, las gentes caminando con prisa, todo un sin sentido, ¿porque hacemos todo lo
que hacemos? ¿A donde van? ¿Para que? La guarda jurado del parking del circo,
de pie como cada mañana saludando a los coches que entran, coches, porque no puedo distinguir a las personas.
Todos los días igual, ¿Que sentido tiene? Hemos inventado un sistema de
entretenimiento constante. Acciones que ocupan la vida… ¡¿Dios mío, estaré
siendo presa de una depresión?! Entonces me he cruzado con una mujer que
llevaba una camiseta rosa fluorescente, ¡a las 9 de la mañana esa mujer llevaba
una camisa rosa fluorescente! Era imposible no verla. Esa realidad ficticia se
imponía ante mí, trataba de vencer. Los que dominan el mundo me han descubierto
y tratan de advertirme que eso no se
piensa con un recordatorio de color de
rosa. Y he comprendido que todo es una
broma. Que hemos tenido que ir complicándolo todo para poder sobreponernos a la
nada. Para no enfrentarnos a la realidad tranquila de la vida. Hemos tenido que
inventar todo esto para justificarnos. Yo he caído en la prisa de cumplir un
horario, en la angustia de no llegar a tiempo y le robo libertad a mi hija con
ello y me la robo a mi. Tengo que dejar de tomarme esta realidad color de rosa tan en
serio.
Es posible que tan solo tenga un día raro y sea simple paranoia, pero cada vez me pasa
con más frecuencia. Sobre todo en estos tiempos en los que tenemos que ser rescatados, rescatados…. ¿de que? ¡Dinero! ¡Vaya!. Tal vez sea principio de depresión. ¡Que
horror! aun así cuando he llegado a casa sin ningún escepticismo he preguntado
al techo: ¿Y la resistencia donde esta? Porque yo quiero irme con Nero.