El misterio de la vida es que es muy simple, nosotros somos
muy complicados, de esa diferencia nacen todos los problemas.
No voy a encender la luz.
La otra noche no podía dormir. A veces me obsesiona la sencillez que siento en la vida que me rodea y lo complicado, que
a la vez, resulta todo. Si no pienso, y siento, y actúo, las cosas fluyen, se
desarrollan, avanzan…. Y en cambio cuando pienso lo hago con todo lo que se, con
lo que soy, lo bueno y lo malo, lo acertado y lo equivocado, y entonces me
inmovilizo y a penas fluyo, me atemorizo,
me pierdo, y me complico. Pensaba mientras intentaba dormir en no pensar, y
entonces escuche una voz en mi cabeza: “El misterio de la vida es que es muy
simple, nosotros somos muy complicados, de esa diferencia nacen todos los
problemas”. Me levante a escribirlo
porque tenía miedo de no recordarlo si no lo escribía.
Por la mañana llame a Isabel y le conté. Ella se quedo en silencio. Parecía yo, cuando éramos
pequeñas ella hablaba y yo caminaba. Esta mañana yo hablaba e Isabel callaba.
Isabel. ¿Qué sentido tiene que seamos complicados? ¿Si lo
somos es porque tiene sentido que así sea?
Y conteste sin pensar: Es un don que aún no hemos aprendido a utilizar.