martes, 11 de junio de 2013

ISABEL. CON LA CASCARA DE UNA NUEZ.



Cuando era pequeña hice un barquito con una cáscara de nuez, un palillo y plastilina. Lo metí en la bañera para comprobar si flotaba. Y flotaba. A veces se llenaba de agua y aun así flotaba. Era maravilloso ver como aguantaba con todo el cascaron lleno de espuma y risas.

Cuando bajamos a la playa me lleve el barquito conmigo y sin pensarlo demasiado lo metí en el mar, las olas lo arrastraron tan fuerte y tan rápido que no pude volver a cogerlo. Sentí mucha pena y mucho miedo por mi pequeño barquito de nuez. Podía verlo en la distancia, se movía mucho con movimientos bruscos pero no se hundía. Poco a poco deje de verle y me puse tan triste que me eche a  llorar. Me sentía muy mal por haber dejado una cosita  tan pequeña a merced de un mar tan grande. Lloraba por el miedo que debía sentir mi pequeño barco. Por no haber sabido cuidarlo mejor.  Mi madre se acerco a mí. Me abrazo muy fuerte, tan fuerte como abraza una madre. Le conté como me sentía y el miedo que me deba pensar en mi pequeño barco zarandeado por el mar.

-No te preocupes quizá ser tan pequeño le ayude a llegar muy lejos. No pondrá resistencia, se dejara llevar, pasara inadvertido, y poco a poco llegara a otra playa.

-¡No podrá, el mar lo hundirá!

-Tal vez no. Tal vez solo se de la vuelta,  y flotando suavemente llegue a  la otra orilla como una simple cáscara de nuez.

Los ojos de mi madre brillaban tan intensamente que supe que así seria, que mi  pequeño barco sabría navegar y llegar muy lejos. No me importaba que al llegar a la costa no pareciese un barco, me importaba que llegara.

-Las cosas pequeñas son fuertes porque nadie  repara en ellas. El mar no le prestara atención y el barquito llegara muy lejos.

-Seguramente sentirá miedo

-Seguramente. Pero eso no le impedirá seguir flotando

Mi madre volvió a la arena y yo permanecí toda la tarde mirando al horizonte, imaginando donde estaría  esa pequeña cáscara de nuez que levaba mis pensamientos muy muy lejos.

Cuando tengo miedo, me acuerdo de él.