sábado, 16 de julio de 2016

EN LA PARTE ILUMINADA DE ROSA DE MI CEREBRO. AMORES

Hay amores que tienen la profundidad de un pequeño charco y la gente cree tener un océano, el mío debía ser uno de estos.

Hay amores que son océanos y la gente los cruza con unas simples katiuskas.

Hay amores que son desiertos de arena blanca, y la gente se tumba a tomar el sol, otros se aventuran en él y lo cruzan sin descanso, sin agua y sin apenas mirar el paisaje.

Hay amores de colores que la gente ve en blanco en negro. Y amores en blanco y negro a la que la gente le inventa colores…

Hay amores de usar y tirar que la gente guarda para toda vida y amores de toda la vida que la gente olvida en las paradas de los autobuses.

Hay amores de juventud y sin juventud alguna, amores sin edad que se quedan perdidos en la cabeza del que los inventa…

Hay amores infinitos… Amores de los que a duras a penas se sale sin daño o sorpresa. Lo maravilloso es vivirlos, y para el dolor, si duelen, se inventan unas líneas… como estas.

EN LA PARTE ILUMINADA DE ROSA DE MI CEREBRO. AMORES

Hay amores que tienen la profundidad de un pequeño charco y la gente cree tener un océano, el mío debía ser uno de estos.

Hay amores que son océanos y la gente los cruza con unas simples katiuskas.

Hay amores que son desiertos de arena blanca, y la gente se tumba a tomar el sol, otros se aventuran en él y lo cruzan sin descanso, sin agua, sin apenas mirar el paisaje.

Hay amores de colores que la gente ve en blanco en negro. Y amores en blanco y negro a la que la gente le inventa los colores…

Hay amores de usar y tirar que la gente guarda para toda vida y amores de toda la vida que la gente olvida en las paradas de los autobuses.

Hay amores de juventud y sin juventud alguna, amores sin edad que se quedan perdidos en la cabeza del que los inventa…

Hay amores infinitos… Amores de los que a duras a penas se sale sin daño o sorpresa. Lo maravilloso es vivirlos, y para el dolor, si duelen, se inventan unas líneas… como estas.