Hay amores que tienen la profundidad de un pequeño charco y la gente cree tener un océano, el mío debía ser uno de estos.
Hay amores que son océanos y la gente los cruza con unas simples katiuskas.
Hay amores que son desiertos de arena blanca, y la gente se tumba a tomar el sol, otros se aventuran en él y lo cruzan sin descanso, sin agua y sin apenas mirar el paisaje.
Hay amores de colores que la gente ve en blanco en negro. Y amores en blanco y negro a la que la gente le inventa colores…
Hay amores de usar y tirar que la gente guarda para toda vida y amores de toda la vida que la gente olvida en las paradas de los autobuses.
Hay amores de juventud y sin juventud alguna, amores sin edad que se quedan perdidos en la cabeza del que los inventa…
Hay amores infinitos… Amores de los que a duras a penas se sale sin daño o sorpresa. Lo maravilloso es vivirlos, y para el dolor, si duelen, se inventan unas líneas… como estas.
Sobre las cosas que nos pasan, esas que nos son comunes a todos. No importa la importancia que tengan, sino el lugar que les damos en nuestra vida. Vamos a mirarlas de frente a ver que pasa, a ver que nos pasa...
sábado, 16 de julio de 2016
EN LA PARTE ILUMINADA DE ROSA DE MI CEREBRO. AMORES
Hay amores que tienen la profundidad de un pequeño charco y la gente cree tener un océano, el mío debía ser uno de estos.
Hay amores que son océanos y la gente los cruza con unas simples katiuskas.
Hay amores que son desiertos de arena blanca, y la gente se tumba a tomar el sol, otros se aventuran en él y lo cruzan sin descanso, sin agua, sin apenas mirar el paisaje.
Hay amores de colores que la gente ve en blanco en negro. Y amores en blanco y negro a la que la gente le inventa los colores…
Hay amores de usar y tirar que la gente guarda para toda vida y amores de toda la vida que la gente olvida en las paradas de los autobuses.
Hay amores de juventud y sin juventud alguna, amores sin edad que se quedan perdidos en la cabeza del que los inventa…
Hay amores infinitos… Amores de los que a duras a penas se sale sin daño o sorpresa. Lo maravilloso es vivirlos, y para el dolor, si duelen, se inventan unas líneas… como estas.
Hay amores que son océanos y la gente los cruza con unas simples katiuskas.
Hay amores que son desiertos de arena blanca, y la gente se tumba a tomar el sol, otros se aventuran en él y lo cruzan sin descanso, sin agua, sin apenas mirar el paisaje.
Hay amores de colores que la gente ve en blanco en negro. Y amores en blanco y negro a la que la gente le inventa los colores…
Hay amores de usar y tirar que la gente guarda para toda vida y amores de toda la vida que la gente olvida en las paradas de los autobuses.
Hay amores de juventud y sin juventud alguna, amores sin edad que se quedan perdidos en la cabeza del que los inventa…
Hay amores infinitos… Amores de los que a duras a penas se sale sin daño o sorpresa. Lo maravilloso es vivirlos, y para el dolor, si duelen, se inventan unas líneas… como estas.
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