Elisa
Cuando era adolescente me abstraía con mucha facilidad. Isabel
decía que vivía más allí que aquí, nunca he sabido que significa realmente esa
frase: ¿Dónde es allí?
Desde la ventana de mi clase, en el instituto, podía verse
un patio muy grande. Mi instituto tiene iglesia y campos de fútbol, y naves…. Es
enorme. Desde mi ventana podía ver la pequeña iglesia. Supongo que ese paisaje
era la puerta para ir “allí”. Yo capturaba un instante de mi vida en el
presente y lo guardaba en una burbuja de tiempo para el futuro, para mi futuro. Pensaba…. Cuando
tenga 30 o 40 años y sea oportuno me
recordare en este momento y sonreiré. Cuando sea mayor y dude, me viviré en
este momento, y sabré que estoy, que sigo aquí, y que desde ese presente prometí
cuidarme y acompañarme toda mi vida. Y así ha sido. Muchas veces he visto a mi adolescente
mirándome serena y recordándome que estoy aquí porque ella estuvo allí. Es un
juego excitante con el tiempo. Sigo haciéndolo. Los problemas han sido más
grandes, las experiencias mas duras e intensas pero el juego es el mismo. Elijo un momento concreto, lo guardo en mi, y
lo lanzo al futuro para que la mujer mayor que seré lo reciba y recuerde cuando lo
necesite.
No se si es extraño lo que os cuento. Solo se que es una
manera de acompañarse, de ser consciente de que cada segundo de nuestra vida es
único y maravilloso. Que cada segundo que vivimos ahora puede ser el impulso que
necesitamos años después. Os animo a hacerlo.